Hace 50 años, la logística estaba aún muy segmentada. Las empresas de transporte sólo proporcionaban transporte y las empresas con instalaciones de almacenes sólo proporcionaban almacenaje. Los fabricantes aún administraban todas o la mayoría de las funciones logísticas ellos mismos.
En los años 70, poco a poco, los fabricantes fueron externalizando progresivamente algunas de las funciones de su logística.
En la década de los 80, las empresas comenzaron a mejorar sus procesos mediante la gestión de calidad. Los fabricantes se centraron en optimizar sus procesos productivos y se popularizaron las metodologías just-in-time y seis sigma. Pero con esto no era suficiente para obtener el rendimiento deseado. Cada vez resultaba más necesario optimizar toda la cadena de suministro. En esta misma década, el sector del transporte se fue desregularizando en favor de un mercado más abierto y esto propició la proliferación de operadores logísticos más flexibles de diversos tamaños, comenzando a combinar servicios de almacenaje y transporte.
En los años 90 el auge de las tecnologías de la información y los inicios de la globalización de los mercados dio pie a necesidades logísticas más complejas, con una predominación de la logística internacional, lo que continuó favoreciendo que los fabricantes externalizaran cada vez una mayor parte de su logística.
La década de los 2000, que daba paso a un nuevo siglo, se caracterizó por la ubicuidad de las conexiones a Internet y, con ello, la explosión del comercio electrónico. Incluso a pesar de la crisis económica, las cifras de negocio del comercio electrónico han continuado creciendo por encima del 10% de forma global, y muy por encima de ese porcentaje en los países en los que aún no estaba tan asentado.
Los mercados han evolucionado elevando cada vez más las exigencias en las cadenas de suministro, haciendo que el sector logístico se haya convertido en una de las piedras angulares del crecimiento económico. Esta evolución también está determinando el funcionamiento de los propios operadores 3PL, que poco a poco han ido incorporando nuevas tecnologías y proporcionando mayores servicios de valor añadido. Los operadores 3PL pueden ofrecer controles de inventario, logística inversa, trazabilidad, etc.